Tarantino, un director desencadenado
Hay que seguir cada película de Quentin Tarantino como hace medio siglo hubiésemos seguido cada película de Orson Welles. Los momentos que preceden a admirar sus películas solo son tolerables mientras disponemos de las primeras imágenes que vemos en sus aderezados tráileres. Y felizmente, desde hace un par de días ya están disponibles las primeras imágenes de su nueva película, Django unchained:
Siempre he creído qe lo mejor de Tarantino es que le puede leer la mente a cualquier cinéfilo. Lo puede hacer porque sus más finas destrezas como realizador son la de ser un descarado reciclador y a la vez un primoroso artesano: Recoge esos restos de películas que podemos reconocer por momentos desde algún oscuro rincón de la memoria y a la vez te deslumbra con sus artificios que ocurre que también son reconocibles en tantas películas baratas que director y espectador han consumido desde niños. Esa es la verdadera magia de su cine. De cualquier cine. Las películas de Tarantino están hechas de remiendos y trazadas con los restos que ya nadie quiere. Solo el director de Reservorir dogs ha logrado convertir ese detrito de cine función doble de media tarde, ese folletín pulp, ese cine blaxpoitation en poderosas piezas que remecen de vez cuando a ese cansino cine norteamericano.
Django unchained se nos muestra desde el avance como un blaxpoitation western de lo más funky. Nada podemos decir todavía hasta diciembre, cuando se estrene a nivel mundial, pero Tarantino ya nos regala algunos guiños cinéfilos en el tráiler como en la escena del cártel en la pared pidiendo recompensa nada menos que por Edwin Porter, acusado de ”asalto y robo a un tren“ o los segundos finales del tráiler cuando apreciamos a Jamie Foxx conversando con el Django original, el granítico Franco Nero.