La peor de todas las injusticias es aquella que sientes cerca de ti y que sabes que puede tocarte. Si a la idea le sumamos esa máxima de que nadie es una isla y lo importante de preservar la absoluta libertad de expresión, concluiremos que no se puede permanecer indiferente ante la indignante sentencia contra José Alejandro Godoy, director del blog Desde el Tercer Piso, acusado de difamar al ex ministro fujimorista y ex congresista de Perú Posible Jorge Mufarech.

Desde hace un par de años soy un asiduo lector del blog Desde el Tercer Piso, el cual es un espacio sumamente didáctico y amigable con el lector lego en cuestiones abogadiles. Godoy nos pone al tanto de manera incisiva y crítica sobre nuestra crepuscular clase política; recuerdo haberme informado allí sobre el tema de la crisis de Bagua, los petroaudios, las movidas ministeriales y el día a día de las elecciones generales y municipales.

Todo lo que Godoy publica en su blog siempre es rigurosamente sustentado por las fuentes que él enlaza a través de vínculos que te remiten a la fuente o ampliación de determinada noticia. Así, de un tiempo a esta parte, la información que a veces cuesta encontrar en diarios y noticieros es la que se desarrolla mejor en blogs como Desde el Tercer Piso que, ahora está claro, se han convertido en un medio incómodo para el poder.

[scribd id=40442358 key=key-2dmcmt6t4tl1ysrvb5do mode=list]

Y por eso es que la sentencia contra Godoy, una sentencia gaseosa, de lectura modorrienta y a todas luces absurda en sus conclusiones, solo puede generar indignación frente a un evidente atropello a la libertad de expresión. ¿Decirle a alguien que es una “joya” y que tiene “varias perlas” puede considerarse difamación? Pues para la jueza (de muy conveniente filiación aprista) Flor La Rosa La Rosa sí lo es. No menos disparatada que la sentencia es la evidente ignorancia de la jueza al desconocer la función de los hipervínculos o “links” en un texto de Internet. Gravísimo y feo precedente judicial que se cierne sobre cualquier ciudadano, de prosperar esta sentencia y que obligaría a cualquier bloguero a ser más… ¿cauto? ¿Responsable? ¿O simplemente más limitado y amordazado?

Toda mi solidaridad con José Alejandro Godoy desde este humilde e inocuo blog. Este intento barato de amedrentamiento y censura no pasará. Estoy convencido de ello.

Enlaces:

Toda la información detallada en blog mulero del amigo Paco Bardales: videos, enlaces y reacciones sobre el caso.

Marco Sifuentes en su columna de Perú.21 nos brinda nuevas luces e implicancias sobre la sentencia.

Me uno a la solidaria iniciativa de la Pamela Acosta:

¡Fuerza Godoy!

Sí, pues. José Alejandro Godoy ha sido condenado a tres años de cárcel, 300 mil soles de reparación civil (solo los deudos de La Cantuta recibirán 100 mil soles) y 120 días de labor social por hacer exactamente lo mismo que yo acabo de hacer.